En el kilómetro 0 de Santiago, está la Plaza de Armas, lugar donde en 1541 Pedro de Valdivia fundó Santiago de la Nueva Extremadura y a su muerte en la batalla de Tucapel en 1553, su terreno se dividió en la casa del gobernador (actual Correo Central), Cabildo (actual Municipalidad de Santiago) y la Real Audiencia (actual Museo Histórico Nacional).
En 1873 para el aniversario del país, se realizó una exposición de artículos antiguos en el ex Palacio de Gobierno. Esta exposición estuvo a cargo del Intendente de Santiago, Benjamín Vicuña Mackena y motivó a los intelectuales de la época a formar un museo nacional de historia más permanente.
En 1874 se instaló el nuevo museo en Castillo Hidalgo sobre el Cerro Santa Lucía. Con el tiempo, el museo empezó a declinar y sus colecciones empezaron a ser llevadas a otros lugares. Para las celebraciones del centenario del país, se volvió a inaugurar una exposición en la antigua mansión de la familia Urmeneta ubicada en Monjitas, entre San Antonio y Mac Iver y el 2 de mayo de 1911, el presidente Ramón Barros Luco, firmó un decreto que crearía el Museo de Historia Nacional.
A las colecciones se sumó la colección de armas de los arsenales de guerra del ejército, los objetos del Museo del Cerro Santa Lucía y de la Galería Histórica del Museo Nacional, entre otras cosas, pero por espacio, nunca se pudieron exhibir todas las colecciones al mismo tiempo. La necesidad de más espacio por la cantidad de colecciones para exhibir, hizo que en 1977 los responsables de la institución pusieron sus ojos en el edificio de la Real Audiencia que tuvo que ser reconstruido para poder funcionar como museo. En septiembre de 1982 se inaugura el Museo Histórico Nacional en el edificio de la ex Real Audiencia.