Franz Schubert fue un compositor Austriaco nacido en 1797 en Himmelpfortgrund (actual Austria), cerca de Viena, la ciudad que acogió a grandes compositores como Haydn, Mozart, Beethoven, entre otros. Se le considera el último gran representante del estilo clásico llevado a su máximo esplendor por estos tres compositores.
Schubert fue el hijo de un modesto maestro de escuela del cual aprendió a tocar violín, mientras que su hermano le enseñó a tocar piano. Tenía tanto talento en los instrumentos que fue aceptado en 1808 en la Capilla Imperial de Viena como miembro del coro y donde tuvo de maestro al compositor Antonio Salieri.
Al salir de esta escuela en 1813, Franz Schubert fue influenciado por su padre para trabajar como asistente en su escuela, demostrando poco interés en la pedagogía. Durante estos años como asistente, compuso una de sus primeras obras maestras, El Rey de los Elfos inspirado en un poema de Goethe. Después de abandonar la escuela, intentó ganarse la vida como músico con pocos resultados positivos. Durante esta época compuso sus obras menos conocidas como Los amigos de Salamanca, Alfonso y Estrella, La guerra doméstica y Fierabrás.
Donde sí consiguió sobresalir fue en el Lied (canción lírica breve para solista y acompañamiento generalmente de piano, propia de los países germánicos en la música clásica y romántica).
La cima de su carrera llega con los ciclos de lieder La bella molinera y Viaje de invierno, a los que hay que sumar otras obras del compositor como El caminante, La trucha, A la música, La muerte y la doncella o la célebre Ave Maria.
A pesar de su éxito, la vida de Franz Schubert existió siempre en un estado de gran precariedad económica, lo que se agravó a partir de 1824 con los primeros síntomas de la enfermedad que acabaría tempranamente con su vida.
Murió el 19 de noviembre de 1828 a la edad de 31 años.