En 1985, la revista National Geographic sacó una de sus portadas más recordadas, una niña afgana de intensos ojos verdes que no tardó en dar la vuelta al mundo y convertirse en símbolo de la crisis de refugiados en Afganistán.
La niña se llama Sharbat Gula, una joven afgana que fue retratada por el fotógrafo Steve McCurry en un campo de refugiados de la ciudad de Peshawar (Pakistán) en 1984. Por aquel entonces, Sharbat había cruzado la frontera de Afganistán huyendo de la guerra, en un conflicto que acabó con la vida de sus padres.
Por mucho tiempo no se supo nada de Sharbat, hasta que el mismo fotógrafo volvió a encontrarse con ella el año 2002 y supo que había vuelto a Afganistán, se había casado y tuvo 4 hijos, aunque su esposo y uno de sus hijas murieron de hepatitis C. McCurry volvió a fotografiar a Sharbat para mostrar el paso del tiempo y fue el mismo FBI quienes se encargaron de comprobar que se trataba de la misma persona de hace 18 años.
En 2016 Sharbat volvió a ser noticia cuando se supo que fue detenida tratando de salir del país y estuvo en prisión durante 2 semanas. En la cárcel se contagió de hepatitis C de la que se recuperó. Gracias a su conocimiento público y la intervención del fotógrafo McCurry, a su vuelta al país se reunió con Ashraf Ghani, ex presidente de Afganistán, quien le concedió un piso en Kabul para ella y sus hijos.