El 14 de agosto de 1945, George Mendonsa, un marino de 22 años que tenía unos días libres de sus funciones en la costa del pacífico, aprovechó uno de esos días para tener una cita con Rita Petry, de 20 años, pariente del cuñado de George, a quien conoció en un asado familiar un par de semanas antes. “Ella era hermosa. Creo que me enamoré de ella la primera vez que la vi”, dijo Mendonsa.
Se encontraron y juntos tomaron el tren subterráneo hasta Radio City Music Hall para ver A Bell for Adano a las 13.05 horas. En medio de la película, se comenzaron a sentir fuertes ruidos, la gente de afuera golpeaba las puertas del cine, prendieron las luces y entraron gritando “¡La guerra terminó, Japón se rindió!
La pareja salió del cine y felices fueron a celebrar a un bar cercano donde tomaron algunos tragos para festejar. Luego de eso fueron a festejar a Time Square donde cada vez se juntaba más gente, fue en ese lugar donde de la nada, George tomó en sus brazos a una jóven que vestía de enfermera y la besó.
La supuesta enfermera era Greta Zimmer, una asistente de odontología que cuando escuchó del fin de la guerra, fue de su trabajo a Time Square. “De pronto alguien me agarró por la cintura”, recordó Greta para la investigación de Verria. “Ese hombre era muy fuerte. Yo no lo estaba besando. Él me estaba besando a mí”. Contó Greta en una entrevista y que el beso terminó tan rápido como comenzó.
Es un hecho que podría haber pasado sin mayor relevancia, sin embargo ninguno contaba con que el fotógrafo Alfred Eisenstaedt estuviera presente en el lugar buscando capturar un momento imborrable. En Times Square durante el día de la Victoria, vi a un marinero a lo largo de la calle que agarraba a todas y cada de las chicas que se ponían a su alcance. Fui corriendo atrás mirando por encima del hombro con mi Leica pero ninguna de las tomas que hacía me agradaba. De repente, como un destello, vi algo que se me grabó. Me di la vuelta y capturé el momento justo en que el marinero besó a una enfermera. Realicé cuatro tomas. Fue en apenas unos segundos”, dijo Eisenstaedt.
En cuanto a Rita, en una entrevista habló sobre George y el beso y dijo: “Realmente él me gustó, pero no pensé que sería mi futuro esposo”, dijo Rita en conversación con The New York Post. “Supongo que pensé que se veía bien o algo”. Rita dice que el beso no le molestó realmente, lo único que le hace ruido es que “En todos estos años, George nunca me ha besado así”.