El 15 de abril de 1989 muere en China Hu Yaobang, exsecretario del partido comunista Chino que buscaba reformar el partido y fue un gran crítico de las reformas económicas del entonces máximo líder Deng Xiaoping, por lo que tres años antes de su muerte, fue expulsado del partido.
Tras su muerte, una serie de protestas de varios días se tomaron las principales ciudades encabezadas principalmente por estudiantes quienes exigían la restauración de su imagen y que su legado fuera honrado con amplias reformas, como la libertad de prensa y la libertad de reunión, entre otras. Durante semanas, los Chinos se tomaron las plazas y universidades de todo el país,
mientras unos se quejaban de la inflación, los salarios y los problemas de vivienda, otros empezaron a exigir más libertades democráticas o el fin de la corrupción.
El gobierno declaró ley marcial y el ejército salió a retomar las ciudades y empezaron a disparar contra la población. China nunca ha dado cifras exactas de la cantidad de muertos, pero se estima entre cientos y miles.
El 5 de junio de 1989, después de que la plaza de Tiananmen fuera despegada, una columna de tanques se retiraba del lugar por la avenida Chang An.
Un hombre, cargando unas bolsas de plástico, se paró inmóvil frente al primero de los vehículos para evitar su paso.
No le dispararon ni intentaron arrollarlo. El tanque hizo un intento de esquivarle, pero el hombre le siguió cortando el paso.
Jeff Wineder es un fotógrafo quien a finales de mayo de 1989 viajó a Pekín para cubrir las protestas estudiantiles que llevaban semanas sucediendo. Luego de varias dificultades, logró llegar a la ciudad donde por varios días le mostró al mundo lo que sucedía en la capital China. En la mañana del 5 de junio, accedió al sexto piso del Hotel Beijing donde tomaría la famosa foto. «Iba a tomar fotos de la hilera de tanques cuando de repente vi a un hombre desarmado que iba en dirección a ellos. Por un momento pensé que iba a estropearme la foto, pero esperé pensando que en cualquier momento iban a dispararle». Se consiguió un carrete de fotos con un turista y sin tiempo para realizar los ajustes necesarios, tomó 3 fotos. «En principio pensé que no tenía la foto, dado el mal ajuste que tenía en la cámara»