El 16 de junio de 1969 la raza humana logró llegar a la luna. Montados en el Apolo 11, los tres astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins fueron los primeros en conseguir pisar la superficie lunar, reconocer la zona y tomar imágenes que han quedado para la posteridad.
Neil Armstrong tenía una cámara cámara Hasselblad con un lente de 70mm, esto explica por qué la mayor parte de las fotos tomadas en la misión aparece Buzz Aldrin. En una de las fotografías más icónicas podemos ver a Buzz Aldrin posando sobre la superficie lunar .
Durante los aterrizajes lunares, y en las misiones previas, la fotografía jugó un papel clave. Se efectuaron más de 100.000 disparos que sirvieron para preparar las misiones Apolo. Además, durante los seis aterrizajes lunares habidos entre 1961 y 1972 se capturaron 33.000 imágenes. Algunas de estas imágenes de la Carrera Espacial, y especialmente las del alunizaje, se han convertido en hitos generacionales, por su valor histórico y científico.
Tomar fotografías en la superficie lunar no es tan fácil como parece. Una de las grandes dificultades técnicas era obtener imágenes de precisión, imágenes nítidas de lo desconocido, en condiciones de extrema oscuridad, para esto había que añadir los cambios de temperatura extremos, ausencia de gravedad o algo tan aparentemente sencillo como accionar el disparador de la cámara, que se convirtió en todo un reto a superar. “Tanto las cámaras como los disparadores, tuvieron que adaptarse en tamaño y usabilidad a los guantes enormes que usaban los astronautas en sus trajes