La canción cuenta la historia de la poetisa argentina Alfonsina Storni, la que en 1935 fue diagnosticada de cáncer de pecho y tuvo que someterse a una operación quirúrgica donde se le extirpó el seno derecho. El hecho de tener que pasar por una mutilación física para seguir viva la marcó profundamente. Con el tiempo su salud fue empeorando hasta que finalmente en 1938 y tras una noche de inmenso dolor llamó a la asistenta de la hostal donde se está quedando y le dicta una carta para su hijo y en la madrugada del 25 de octubre la poetisa se tira al mar bajo una lluvia torrencial dejando la carta que escribió para su hijo y el poema “voy a dormir”.
Dientes de flores, cofia de rocío,
manos de hierbas, tú, nodriza fina,
tenme prestas las sábanas terrosas
y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame.
Ponme una lámpara a la cabecera;
una constelación; la que te guste;
todas son buenas; bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes…
te acuna un pie celeste desde arriba
y un pájaro te traza unos compases
para que olvides… Gracias. Ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono
le dices que no insista, que he salido…
Al día siguiente La Nación publicó su poema de despedida, cuyos dos últimos versos constituyen un misterio poético que ninguna biografía ha logrado desvelar. Casualmente, en un período de 20 meses, no solo murió Alfonsina sino también sus amigos y escritores Horacio Quiroga y Leopoldo Lugones, ambos por suicidio.
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Fuente Video YouTube: https://www.youtube.com/@csilviap