100 años Astor Piazzolla

Piazzolla y la música clásica

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100 años Astor Piazzolla

Piazzolla y la música clásica

En el año 1940, cuando Piazzolla tenía 19 años y con motivo de la visita del célebre pianista Arthur Rubinstein a Buenos Aires, Piazzolla se acercó a él y le regalo una de sus composiciones. El maestro Rubinstein tocó su obra y le aconsejó que estudiará con el compositor Alberto Ginastera, quien tenía la misma edad que Piazzolla. Con Ginastera estudió el análisis de las composiciones de Bartok y Stravinsky y lo guio en los estudios propios de la composición musical. Piazzolla estudió con Ginastera durante seis años.

Luego en el año 1953, visitó Buenos Aires el prestigioso director de orquesta y violinista Herman Scherchen, quien era un gran promotor de la música del siglo XX. Piazzolla aprovechó la ocasión para tomar algunas clases de orquestación con Scherchen.

El Concurso Fabien Sevitsky

El mismo año 1953, ganó el concurso de composición musical Febien Sevitsky , cuyo premio le permitió conseguir una beca para estudiar durante un año con la prestigiosa compositora y directora de orquesta, Nadia Boulanger en Paris. Piazzolla ganó el concurso con la obra “Sinfonietta” y así se preparaba para vivir una de las experiencias más decidoras en la orientación de su vida artística. Ginastera estuvo siempre muy cerca de su alumno ayudándole a retocar la obra.

Nadia Boulanger

Nadia Boulanger fue una destacada pianista, compositora, organista, directora de orquesta, intelectual y profesora de música, muy influyente en la enseñanza y formación de muchos e importantes músicos y compositores del siglo XX.

Nació en Paris el 16 de septiembre de 1887, en el seno de una familia de músicos de larga tradición. Junto con su hermana Lili, entraron a estudiar al Conservatorio de Paris y a la edad de 10 años ya obtuvo importantes premios y ganó varios concursos.

En su carrera docente dictó clases en Estados Unidos y en el Reino Unido, en escyuelas como el American Conservatory of Music, Julliard School, Yehudi Menuhin School, Longy School y Royal Academy of Music.

Pero lo más especial es que durante siete décadas, dicto clases en el departamento de su familia, en 36 Rue Ballu en el noveno distrito de Paris, donde todos los miércoles se reunían sus alumnos e intelectuales.

Entre sus estudiantes más famosos podemos citar a: Leonard Bernstein, Aaron Copland, Quincy Jones, Philip Glass, John Eliot Gardiner, Daniel Barenboim y Astor Piazzolla. Todos influyentes artistas del siglo XX. A todos ellos les proporcionó una sólida base musical, que les permitió a cada cual encontrar su propio lenguaje que lo distinguió, como lo suelen hacer los grandes maestros.

Además de su carrera docente, fue la primera mujer en dirigir importantes orquestas en Estados Unidos y Europa, tales como la BBC Symphony, Boston Symphony, Halle Orquestra y la Filarmónica de Nueva York.

Vivió hasta los 92 años y se comenta que tuvo más de 1.200 alumnos.

Nadia Boulanger y Astor Piazzolla

Cuando recién arribo a Paris en 1954, Piazzolla se enteró que esta famosa profesora daba clases muy cerca de donde él estaba alojado y para poder ser aceptado como alumno le presento alguna de sus composiciones. Él le confeso que componía tangos y que tocaba el bandoneón, entonces ella le pidió que tocara al piano alguno de sus tangos. Piazzolla toco el tango “Triunfal” y antes de finalizarlo la profesora le tomo las manos para decirle:” No abandone jamás esto. Esta es su música. Aquí esta Piazzolla”.

Nadia Boulanger, ocupó una parte muy importante en la carrera de Piazzolla, puesto que hasta antes de su encuentro con ella, se debatía entre ser un músico de tango o ser un compositor de música clásica. Boulanger lo animó a seguir con su particular tango. Estudió once meses con ella y años más tarde la recordaría diciendo: “Ella me enseñó a creer en Astor Piazzolla, en que mi música no era tan mala como yo creía. Yo pensaba que era una basura porque tocaba tangos en un cabaré, y resulta que yo tenía una cosa que se llama estilo”.

En Paris no solo estudio, sino que además compuso nuevas obras y realizo grabaciones de una serie de tangos.

En 1955 y de regreso en Argentina se volcó a formar muchos grupos. En primer lugar el Octeto de Buenos Aires y también formo una Orquesta de Cuerdas, con los cuales comenzó una vorágine de actividad compositiva y de presentaciones. Realizo muchas grabaciones y presentaciones dentro y fuera de Argentina, una actividad muy intensa que lo acompañó toda su vida.

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