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Recordando a Gutenberg, el inventor de la imprenta.

Johanes Gutenberg fue el inventor de la imprenta a mediados del siglo XV. Gutenberg era un conocido herrero y orfebre, y en esos años trabajaba para el obispado de la ciudad de Maguncia, en ese contexto fue que surgió su idea de inventar un sistema de impresión. Hoy conmemoramos 552 años de su muerte, contandote algunas cosas sobre su gran invento.

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Recordando a Gutenberg, el inventor de la imprenta.

Johanes Gutenberg fue el inventor de la imprenta a mediados del siglo XV. Gutenberg era un excelente herrero y orfebre, trabajaba para el obispado de la ciudad de Maguncia, en ese contexto fue que surgió su idea de inventar un sistema de impresión.

En 1452 Gutenberg da comienzo a la edición de la Biblia de 42 líneas. Apostó que sería capaz de hacer a la vez varias copias de la Biblia, en menos de la mitad del tiempo de lo que se demoraba en copiar una, el más rápido de todos los monjes copistas del mundo cristiano. Para lograrlo, en vez de utilizar las habituales tablillas de madera, que se desgastan con el uso, fabricó moldes en madera de cada una de las letras del alfabeto y rellenó los moldes con hierro, creando los primeros «tipos móviles».

Tuvo que hacer varios modelos de las mismas letras para que coincidieran todas con todas, en total más de 150 modelos. Para la escritura, tenía que unir una a una las letras, las sujetaba en un soporte, esto resultó más rápido que el grabado en madera y más resistente al uso. Como plancha de impresión, utilizó una vieja prensa de uvas a la que sujetaba el soporte con los «tipos móviles». Dejaba el espacio para dibujos y signos que posteriormente, serían añadidos mediante el viejo sistema xilográfico y terminados de decorar de forma manual.

Para realizar esto tuvo que pedir dinero prestado, pero el proceso fue más caro de lo que esperaba. Tras dos años de trabajo, Gutenberg se quedó sin dinero. Estaba cerca de acabar las 150 Biblias que había prometido, pero el prestamista, no quiso ampliarle el crédito y dio por vencidas las deudas anteriores, Johannes Fust, se quedó con el negocio.

Gutenberg jamás supo de la envergadura que tuvo su invento, tras su ruina económica, vivió de la caridad. Años después, un 3 de febrero de 1468, su cuerpo fue encontrado en la ribera del río Rin. En un comienzo nadie lo reconoció, era el cuerpo de un viejo indigente, y muy pocas personas recordaban quién era y lo que había logrado. Luego se supo que se trataba de uno de los inventores más grandes de la historia.

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